Cuando los dientes superiores e inferiores no encajan porque al cerrar queda un espacio entre ellos se habla de una mordida abierta. En estos casos los pacientes no pueden morder los alimentos con eficacia, alimentos tan sencillos como bocadillos o pizzas deben comerse con tenedor y cuchillo al perder los dientes su capacidad de morder.
En otros casos hay sobremordida, en que los dientes de la mandíbula se meten muy por debajo de los del maxilar superior.
Hablamos de prognatismo cuando la mandíbula sobresale hacia delante respecto al maxilar superior. Esto puede deberse a una mandíbula que ha crecido en exceso o que está situada demasiado hacia delante, o a un maxilar superior que no se ha desarrollado suficientemente.
Hablamos de retrognatia cuando sucede lo contrario: la mandíbula está por detrás del maxilar superior. Normalmente, es una anomalía producida por una alteración en el crecimiento de la mandíbula, siendo el maxilar de tamaño normal.
En otras ocasiones, el exceso de crecimiento es vertical, provocando una cara muy larga y la exposición de la encía superior al sonreír (sonrisa gingival).
Por último, en sentido transversal están las asimetrías faciales, en que un lado de la cara crece más que el otro, dando un aspecto disarmónico a la cara.