– ¿Qué es un implante dental?.

 

Un implante es un pequeño tornillo de titanio que se utiliza como sustituto de la parte de la raíz de un diente natural perdido. Los implantes dentales se pueden colocar tanto en el maxilar superior como en el inferior.

Deben ser siempre de titanio porque gracias a este metal conseguimos lo que se denomina ‘la osteointegración’ que es la base de la utilización de los implantes para reponer dientes perdidos. El proceso de osteointegración consiste en la fusión del hueso al titanio. En un primer momento, los implantes están sujetos en el hueso por las espiras que poseen al tener forma de tornillo, pero tras un periodo de cicatrización de varios meses, que varía según se coloquen en el maxilar superior (4 meses) o en la mandíbula (2 meses), el hueso segrega una serie de sustancias por las que el titanio se une al hueso. Esta es la razón por la que el implante forma parte del hueso y puede ser utilizado para colocar encima prótesis que simulen dientes con los que realizar la función masticatoria.

Un diente natural se compone de raíz y corona. La raíz es la parte que está dentro del hueso, y sujeta a la corona, que es la parte visible y la que se utiliza para comer.

Cuando se pierde un diente, se pierde tanto la raíz como la corona.

El implante es el encargado de sustituir a la raíz natural.

Una vez colocado el implante y tras un periodo variable de curación, se puede colocar la corona o “funda”, que es la parte con la que se mastica.

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